Reclamar un sueldo mejor es una negociación que sólo ganarás si juegas bien tus cartas. Haces bien tu trabajo y lo sabes. Sientes que ya es hora de que te lo demuestren de alguna forma más sustanciosa que con un “gracias” o una palmada en la espalda. Y qué mejor manera de reconocértelo que con una mejora en tu retribución. Sin embargo, esta es una de las situaciones que más nos cuesta abordar, por inseguridad o por miedo.
Si hablar de dinero ya es de por sí un tema peliagudo, a esto se le suma que, en el caso de las mujeres, nos enfrentamos a la brecha de género. Porque, en caso de que quedaran dudas, sigue existiendo. Según el INE, tan solo el 52% de las empresas españolas garantiza la igualdad salarial para un mismo puesto de trabajo. Nervios incontrolables, carencia de seguridad en una misma (inclúyase el síndrome del impostor) y temor a que, en lugar de hallar una mejora, caigamos en un pozo. Todo un cóctel que desemboca en que cada vez retrasamos más ese momento o que, cuando llegamos a él, nos atascamos. Te contamos cómo debes prepararte para afrontar esta situación
- Recaba información objetiva que demuestre lo afortunados que son por tenerte en la empresa
- Identifica cuáles son realmente las necesidades que quieres cubrir con tu petición
- Procura que tu jefe no tenga prisa y te dé el espacio y el tiempo precisos para que te expliques con calma y sin distracciones
- No vayas directamente al grano. Puedes empezar ensalzando lo que te gusta de la empresa o de tu puesto, pero exprésate con claridad.
No tengas prisa por llegar a un acuerdo. Cuando el tiempo apremia, es más difícil pactar con éxito. Sigue estos pasos, y lograras tu objetivo de tener el sueldo deseado cuando menos te des cuenta.